Visita al funicular de Artxanda y el Casco Viejo de Bilbao

Este recorrido es clave para poder conocer el Casco Viejo, su pasado y su presente, para poder entender mejor esta gran ciudad, todo ello de una manera amena y promoviendo la interacción con el grupo para que todos sus miembros puedan preguntar, que el recorrido sea dinámico y que no se convierta en un monólogo.El itinerario te sorprenderá gratamente porque con él conocerás el núcleo más primitivo de Bilbao, constituido como villa en el siglo XIV, en el que hablaremos de sus orígenes y de su evolución a lo largo de los siglos. El Casco Viejo se ha convertido en un punto de encuentro entre transeúntes bilbaínos y turistas que vienen a conocer su ciudad. Las siete calles originales, junto con los nuevos trazados urbanísticos que se fueron añadiendo a lo largo del tiempo, albergan su memoria histórica y su encanto contemporáneo, una mezcla explosiva que gusta a todo el mundo por su peculiaridad.Te reunirás con tu guía en la Plaza del Funicular, donde tomarás este famoso medio de transporte hasta el mirador del monte Artxanda. Desde su cima disfrutarás de unas excelentes panorámicas de Bilbao, divisando la ría, el Museo Guggenheim, el Estadio del Nuevo San Mamés, la Torre Iberdrola y otros lugares icónicos de la ciudad. Si el tiempo lo permite podrás llegar a ver la desembocadura de la ría.Tras conocer algunas curiosidades y datos históricos sobre los edificios y monumentos que observarás desde el mirador, tomarás el funicular de vuelta a la ciudad e iniciarás un recorrido por uno de los márgenes de la ría hasta el ayuntamiento, después te adentrarás en el Casco Viejo bilbaino.Durante este recorrido guiado por la zona más antigua pasarás por la Plaza Nueva, verás las iglesias más emblemáticas y descubrirás las famosas siete calles. Finalizarás esta ruta junto al conocido Mercado de la Ribera, donde encontrarás una amplia variedad de productos de la gastronomía vasca.Durante la experiencia también se te darán sugerencias sobre puntos de interés que no te puedes perder y que se pueden visitar por libre, tanto para comer, como para tomar un pintxo, como para ir de tiendas de artículos típicos, zonas de ambiente más local, etc.