¿Has soñado alguna vez con pisar una isla desierta? Pues ahora tienes la oportunidad de hacer realidad ese sueño con esta excursión de un día a Klein Curazao, una pequeña isla deshabitada frente a la costa de Curazao, con un final al atardecer que te robará el espectáculo. José, uno de los miembros de la tripulación local, nos cuenta: «La isla es rica en historia y misterio, con una belleza interminable, desde sus playas vírgenes hasta sus increíbles lugares para practicar esnórquel y submarinismo. Cuentan las leyendas que los piratas solían esconder sus tesoros en la isla. Quién sabe lo que podrás encontrar en esta isla paradisíaca».

Zarpa en el catamarán y disfruta de 90 minutos de deslizamiento hasta Klein Curazao, bañada por el sol y la brisa marina. Esta joya caribeña bañada por el sol pide fotos al instante, con arenas blancas y agua tan clara que se te verán los dedos de los pies. Saca el Robinson Crusoe que llevas dentro mientras exploras la isla: echa un vistazo a los naufragios y al faro rosa, «que se construyó como mirador alemán en la Segunda Guerra Mundial», añade José, el guía local. O, si el mar te llama, sumérgete en las aguas poco profundas para nadar y bucear. Verás un mundo submarino vibrante y no pierdas de vista a las tortugas marinas, ya que esta zona es conocida por su población de tortugas.

Después de tanto explorar, necesitarás reponer fuerzas. De vuelta a bordo, disfruta de los sabores locales con una barbacoa recién preparada. Mientras disfrutas de las vistas, saborea los cócteles del bar abierto y disfruta de la música durante la hora feliz del capitán. ¿Has probado alguna vez el licor Blue Curaçao? Es imprescindible, con su aroma cítrico y su vibrante tonalidad azul. Para terminar, podrás ver en primera fila la puesta de sol en el camino de vuelta, captando la magia de la hora dorada mientras Klein Curazao desaparece en la distancia.