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Un día lleno de acción, con la belleza natural de Maderia y vistas a los acantilados.
Te dirigirás al acantilado de Cabo Girao, de 580 metros de altura, y darás un valiente paso por su pasarela de cristal.
En Porto Moniz hay piscinas naturales de lava antes de comer en un restaurante familiar.
Desde la meseta de Paúl da Serra, a 1.500 metros de altitud, podrá contemplar una épica extensión de naturaleza salvaje.
Su guía local es un experto en los bellos paisajes de Madeira
El magnífico paisaje de Madeira es el protagonista de esta excursión de un día completo. Visitará una selección de lugares destacados, como el acantilado de Cabo Girao y su plataforma con suelo de cristal, Porto Moniz y Paul da Serra. Tendrá la suerte de ver el océano tanto al norte como al sur, pero los puntos más altos de la isla a veces atrapan las nubes".Su primer destino será el acantilado de Cabao Girao, donde podrá subir a su plataforma con suelo de cristal que se extiende sobre el borde. Las vistas de la costa son de las mejores, así...
El magnífico paisaje de Madeira es el protagonista de esta excursión de un día completo. Visitará una selección de lugares destacados, como el acantilado de Cabo Girao y su plataforma con suelo de cristal, Porto Moniz y Paul da Serra. Tendrá la suerte de ver el océano tanto al norte como al sur, pero los puntos más altos de la isla a veces atrapan las nubes".Su primer destino será el acantilado de Cabao Girao, donde podrá subir a su plataforma con suelo de cristal que se extiende sobre el borde. Las vistas de la costa son de las mejores, así que no olvide su cámara. Mariana añade: "El acantilado tiene unos 580 metros de altura, lo que lo convierte en uno de los más altos de Europa. Las vistas desde la pasarela son realmente únicas, y es una experiencia que se te quedará grabada". A continuación, nos dirigiremos a la localidad costera de Riberia Brava, antes de dar un paseo por una plantación de plátanos en Madalena do Mar.A continuación, subiremos a la meseta de Paúl da Serra, de 1.500 metros de altitud, antes de descender a Porto Moniz, famoso por sus piscinas naturales de roca de lava. En el pueblo nos espera un almuerzo típico recién preparado con productos locales. Para terminar el día, una demostración y degustación de poncha en Câmara de Lobos, lugar de vacaciones favorito de Winston Churchill. Mariana dice: "Ten cuidado, la poncha es muy afrutada y refrescante, pero esconde un fuerte sabor a brandy".
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