Visita uno de los museos de minería subterránea más grandes, donde se extrajo el «oro blanco». La mina de sal de Wieliczka es una de las atracciones polacas más preciosas y fascinantes.

¡Entra en la ciudad de sal! Este laberinto subterráneo se extiende por 9 niveles, entre 64 y 327 metros por debajo de la superficie de la Tierra. Un laberinto de casi 2400 cámaras comunicadas a través de aceras hasta formar una longitud total de 245 km. La primera ruta turística en Wieliczka se inauguró ya a finales del siglo XIX y un par de siglos después, en 1978, la mina de sal fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El sendero subterráneo conduce a través de numerosas galerías y cámaras, donde se han conservado las huellas de la actividad minera, así como ejemplos de arte sacro, composiciones temáticas relacionadas con la historia de la mina y sus leyendas.

Wieliczka es el museo del patrimonio minero más grande del mundo, con una colección que abarca piezas únicas de equipos de minería que reflejan el desarrollo de técnicas mineras desde la Edad Media hasta nuestros días. Además, el microclima de la mina tiene un impacto beneficioso en los visitantes que sufren de asma y alergias. El recorrido comienza con un descenso por las escaleras hasta una profundidad de 64 metros. Los visitantes son conducidos a través de una serie de cámaras en las que podrán ver lagos subterráneos, santuarios y monumentos de sal. La visita termina a 135 metros debajo de la superficie. Los visitantes regresan a la superficie en ascensor.