La escena foodie de Milán está constantemente reinventándose y siempre hay algo nuevo. Las opciones no tienen fin, desde la fusión creativa a la cocina italiana sofisticada o milanesa más clásica. Nuestro consejo es probar un poco de todo. La cocina tradicional es obligada, y no te pierdas el vino o la emergente escena de cerveza artesanal.